Sandra Megens

Ahora es el turno de Perú

La crisis hídrica que afecta a los países del Pacífico de Sudamérica no es un fenómeno aislado, sino un complejo entramado de crisis interrelacionadas que amenazan la #sostenibilidad y la seguridad de millones de personas. La #sequía persistente, agravada por el cambio climático, se manifiesta en múltiples frentes, desde la escasez de agua potable hasta la reducción drástica de la producción agrícola. Aunque las autoridades locales han solicitado la declaratoria de emergencia hídrica en diversas regiones, estas medidas son insuficientes y carecen de un enfoque estratégico y a largo plazo.



La Urgencia de una Respuesta Integral

La alarmante reducción de reservas de agua, como el caso del reservorio de Poechos en Piura, Perú, donde la capacidad se ha reducido a solo el 2%, pone de manifiesto la ineficacia de las medidas reactivas. Esta infraestructura, diseñada, hace 40 años, para almacenar hasta 1,000 millones de metros cúbicos, actualmente se encuentra en una situación crítica, amenazando no solo el acceso al agua potable, sino también la producción agrícola de miles de hectáreas. Los agricultores ya enfrentan pérdidas significativas y una economía local en peligro. En este contexto, la declaratoria de emergencia se convierte en una solución temporal que no aborda las causas estructurales de la crisis.

Consecuencias para la Seguridad Alimentaria

La crisis hídrica tiene un impacto devastador en la seguridad alimentaria. Esta situación no solo compromete la economía local, sino que también pone en riesgo la disponibilidad de alimentos para las comunidades, exacerbando la inseguridad alimentaria en un momento crítico, más de 15000 agricultores en peligro en Perú, 34 distritos han sido declarados en emergencia,

La crisis hídrica en la región debe ser abordada con urgencia para evitar un colapso total del sistema agroalimentario. Es fundamental que la respuesta a la crisis hídrica vaya más allá de medidas de emergencia y se convierta en un llamado a la acción global. La lucha contra la desertificación y la sequía debe ser prioritaria, no solo en la región del Pacífico de Sudamérica, sino a nivel mundial. Esto requiere una colaboración efectiva entre gobiernos, organizaciones internacionales, y comunidades locales para implementar prácticas de gestión sostenible que mitiguen los efectos de la degradación de tierras y garanticen la seguridad hídrica.

En conclusión, la crisis hídrica (energética, de seguridad, y potencialmente de alimentos), que enfrentan los países del Pacífico de Sudamérica es un desafío multifacético que exige una respuesta robusta, integral y sostenida. Las declaraciones de emergencia pueden ofrecer alivio temporal, pero son insuficientes frente a la magnitud de la crisis. Es imperativo adoptar un enfoque proactivo que incluya la lucha contra la #desertificación, la conservación de recursos hídricos, y la promoción de políticas sostenibles para asegurar un futuro viable para las generaciones venideras. La hora de actuar es ahora: la resiliencia de nuestras comunidades y ecosistemas depende de ello.

Desde el año pasado, informes internacionales alertaban sobre las regiones con alto estrés hídrico, entre las que se encontraba Perú.... ¿Por qué no se pidió antes la declaratoria de emergencia; o por qué no se implementó un plan de contingencia para evitar llegar a la situación actual?

fuente: Crisis hídrica en Piura: hace casi dos meses se sabía del déficit de agua  - Norte Sostenible

Files