Saida Rivero
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El informe "Estado de la GIRH y la Cooperación Transfronteriza en Centroamérica", elaborado por Global Water Partnership Centroamérica (GWP CAM)UNEP DHI Partnership - Centre on Water and EnvironmentUnited Nations Economic Commission for Europe y UNESCO, presentado el pasado  17 de septiembre 2025, evalúa el progreso de la región hacia el ODS 6: Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos, centrándose, en el estado de dos indicadores clave del ODS 6:

Indicador 6.5.1 (Gestión Integrada de los Recursos Hídricos - GIRH): Mide el grado de implementación de la GIRH a nivel nacional.

Indicador 6.5.2 (Cooperación Transfronteriza): Mide la proporción de la superficie de las cuencas transfronterizas cubiertas por acuerdos operativos de cooperación.

Según el mencionado documento en su diagnóstico, mide el progreso de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Así mismo, identifica las brechas en la gobernanza y la coordinación de los recursos hídricos. Siendo clave, el llamado que se hace a los países y socios para fortalecer el trabajo conjunto, establecer metas intermedias y aumentar la resiliencia hídrica, especialmente frente a los efectos del cambio climático como las sequías y las inundaciones.

Ahora bien, en un análisis profundo desde el enfoque de la capacidad de Centroamérica para gestionar y mitigar los efectos de las sequías, dado las debilidades apreciadas, es posible el aumento de la vulnerabilidad de la región ante los eventos climáticos extremos, ya que pueden funcionar como un multiplicador de riesgos que convierte un evento natural como la sequía en una crisis socioeconómica severa.

En este sentido, es posible brindar algunas recomendaciones estratégicas, como las siguientes:

  • Formular planes de gestión del agua de reactivos a preventivos y basados en riesgos, a través de la priorización política y presupuestaria de la Sequía, que permita garantizar la sostenibilidad financiera de las instituciones hídricas y la ejecución continua de programas de monitoreo y prevención, no solo de respuesta a la crisis.
  • Evaluar la posibilidad de Acuerdos Operativos Específicos para Sequías, que permita convertir la incertidumbre transfronteriza en una herramienta de gestión conjunta e integración, asegurando que las decisiones de un país no agraven la sequía en el país vecino.

Finalmente, la situación expuesta por el informe exige una respuesta inmediata y coordinada. Es fundamental establecer metas intermedias y ambiciosas; solo mediante este compromiso regional y la inversión estratégica se podrá aumentar la resiliencia hídrica de manera efectiva.

Puede explorar el informe en español y el resumen en inglés: 

👉 https://bit.ly/4nXoGrX