Saida Rivero • 25 Julio 2024
in community Global Community
0 comments
0 likes

La degradación de la tierra avanza y tiene consecuencias significativas en la productividad agrícola, el medio ambiente y la seguridad alimentaria. Es importante tomar medidas para abordar este problema y promover la restauración de tierras degradadas.

En esto, el rol que desempeña la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CNULD) ha aumentado la visibilidad de las cuestiones relativas a la degradación de tierras y la sequía, y ha aumentado la atención que se les presta desde el ámbito político.

A sus 30 años, ya 196 países Partes y la Unión Europea, han ratificado que la Convención, es un instrumento jurídicamente vinculante, centrado a velar por neutralizar la degradación de la tierra, con un enfoque ambiental, social y económico.

Promueve la participación de la población y las comunidades locales en los esfuerzos por combatir la desertificación y mitigar los efectos de la sequía, también busca promover la sensibilización y facilitar la participación de las poblaciones locales, especialmente de las mujeres y los jóvenes, en estos esfuerzos

Como señala la CNULD (2024), ha venido a implementando programas de restauración de tierras a gran mundial. Pero ahora, junto a la CNULD es necesario aumentar la ambición y las inversiones para impulsar el cuidado de las tierras. Se necesitamos restaurar 1.500 millones de hectáreas de tierras degradadas para 2030; al igual que un acuerdo colectivo sobre cómo abordar el empeoramiento de las sequías; alimentar a una población cada vez mayor sin cambiar el uso de más tierras ni agotar nuestros suelos. Y garantizar la seguridad en la tenencia de la tierra a las mujeres de todo el mundo.

Archivos